Pueblos originarios Qom, Chaco |
A fines del siglo XIX fue La Forestal, de capitales ingleses, la primer mano asesina que llegó al norte argentino:
"La Forestal dejó graves consecuencias económicas, ecológicas, y humanas. La acentuación de la tala del quebracho para la ganancia capitalista agotó ese recurso natural, en lo humano y económico el 95% de sus trabajadores no pudieron jubilarse, muchos perdieron sus hogares, las industrialización fue destruida y los pueblos se empobrecieron y su gente alimentó los suburbios de las grandes ciudades creando villas miserias.
La firma se retiró del país en el año 1966 debido a la brusca caída de los aranceles internacionales de la madera y el tanino reemplazado por nuevos productos.
La firma se propagó y llevó adelante el usufructo, a saber: compra de tierras a precios miserables, subsidios de la Nación y de las provincias sin pagos de devoluciones y constantes sobornos a funcionarios públicos. Un caso por antonomasia era el de Lucas González, quien era uno de los representantes de la firma Murrieta en el país pero, a la vez, era el funcionario nacional encargado de negociar con la misma empresa sobre los alcances de la misma.
Estado dentro de un Estado
La Forestal resultó ser un gran negocio para sus múltiples dueños que contaba con ferrocarriles, puertos propios y pagaban a sus vapuleados trabajadores con vales que éstos a su vez debían de canjear en los almacenes de la mismísima empresa. El caso alegórico fue de Aniceto Barrientos de Villa Ana (Santa Fe) que, durante su vida de asalariado en la empresa, fue contabilizando cuántas veces recibía el mismo vale con el mismo número y llevando la anotación en un cuaderno registró 137 veces. La Forestal además tenía una fuerza propia de represión, la "gendarmería volante", financiada por la propia empresa y armada y uniformada por el gobierno provincial del gobernador Enrique Mosca quien sería luego candidato a vicepresidente por la Unión Democrática en 1945.
La Forestal, Chaco, Argentina. |
Las huelgas: muerte y represión
Las grandes luchas obreras contra la empresa comenzaron en 1919 y que contaron con la colaboración de los anarquistas de la FORA además de socialistas y sindicalistas libres.
La primera huelga en el mes de julio fue en reclamo de un aumento salarial, jornada de solo 8 horas de trabajo y suspensión de masivos despidos compulsivos. La segunda huelga, se produjo entre diciembre de 1919 y enero de 1920 en la cual el gobierno nacional movilizó a soldados del Regimiento de Infantería Nº 12 de Rosario con asiento en Rosario.
La tercera huelga en La Forestal del año 1922 fue la más importante y culminó con una salvaje represión, lo cual la "gendarmería volante" y otras formaciones parapoliciales impunemente patrocinadas por el gobierno de Hipólito Yrigoyen actuaron despóticamente con un saldo de centenares de muertos y 19 dirigentes huelguistas condenados a la cárcel.
En el cuaderno del capataz Aniceto Barrientos registraba lo siguiente: "a los muertos los apilaban uno sobre otro, le clavaban el cuchillo en la nuca por si estaban vivos, desde ese día tenía miedo de volver a trabajar porque nos miraban con odio, como si fuéramos perros sarnosos".
Las grandes luchas obreras contra la empresa comenzaron en 1919 y que contaron con la colaboración de los anarquistas de la FORA además de socialistas y sindicalistas libres.
La primera huelga en el mes de julio fue en reclamo de un aumento salarial, jornada de solo 8 horas de trabajo y suspensión de masivos despidos compulsivos. La segunda huelga, se produjo entre diciembre de 1919 y enero de 1920 en la cual el gobierno nacional movilizó a soldados del Regimiento de Infantería Nº 12 de Rosario con asiento en Rosario.
La tercera huelga en La Forestal del año 1922 fue la más importante y culminó con una salvaje represión, lo cual la "gendarmería volante" y otras formaciones parapoliciales impunemente patrocinadas por el gobierno de Hipólito Yrigoyen actuaron despóticamente con un saldo de centenares de muertos y 19 dirigentes huelguistas condenados a la cárcel.
En el cuaderno del capataz Aniceto Barrientos registraba lo siguiente: "a los muertos los apilaban uno sobre otro, le clavaban el cuchillo en la nuca por si estaban vivos, desde ese día tenía miedo de volver a trabajar porque nos miraban con odio, como si fuéramos perros sarnosos".
Deforestación en Chaco |
Consecuencias
del negocio forestal
Los bosques y montes naturales de la provincia de Santa Fe apenas representan el 14 por ciento de los existentes en 1935. Eso es lo que se desprende del reciente informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que comparó las cifras que pintan el paisaje de la deforestación impune que se generó en los últimos setenta años. Una pérdida varias veces millonaria en dólares que ningún gobierno provincial reclamó a favor de los santafesinos. Al contrario, a lo largo de la historia del siglo veinte, el Estado ha pagado precios muy altos por las tierras yermas, consecuencia de la depredación que generaron, fundamentalmente, dos grandes empresas: La Forestal, en el norte, y Celulosa, en el sur. Ambas firmas tuvieron un poder político superior al de los gobiernos locales que debieron controlarlas y que siempre obedecieron sus reclamos. Ahora que varios legisladores plantearon la necesidad de cuidar lo poco que queda de la flora autóctona también sería bueno que alguien, aunque sea una vez, reclame por los daños ocasionados a la población a través de la explotación irracional de la naturaleza.
Los bosques y montes naturales de la provincia de Santa Fe apenas representan el 14 por ciento de los existentes en 1935. Eso es lo que se desprende del reciente informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que comparó las cifras que pintan el paisaje de la deforestación impune que se generó en los últimos setenta años. Una pérdida varias veces millonaria en dólares que ningún gobierno provincial reclamó a favor de los santafesinos. Al contrario, a lo largo de la historia del siglo veinte, el Estado ha pagado precios muy altos por las tierras yermas, consecuencia de la depredación que generaron, fundamentalmente, dos grandes empresas: La Forestal, en el norte, y Celulosa, en el sur. Ambas firmas tuvieron un poder político superior al de los gobiernos locales que debieron controlarlas y que siempre obedecieron sus reclamos. Ahora que varios legisladores plantearon la necesidad de cuidar lo poco que queda de la flora autóctona también sería bueno que alguien, aunque sea una vez, reclame por los daños ocasionados a la población a través de la explotación irracional de la naturaleza.
Fuente: El Ortiba.org
Deforestación en Chaco: el modelo de la soja |
Modelo agropecuario avanza sobre los originarios: Otra Campaña del Desierto, ahora por la soja.
Por Darío Aranda
En seis provincias del Chaco argentino hay ocho millones de hectáreas en conflictos de tierras y ambientales, en gran parte por el avance de frontera agropecuaria. Están afectadas 950 mil personas, la mayoría son indígenas y campesinos
La Campaña del Desierto fue la avanzada militar
sobre los pueblos originarios del sur del país y tuvo como símbolo a
Julio Argentino Roca. Menos difundida, aunque igual de cruenta, el
Estado también ejecutó una campaña militar contra los pueblos indígenas
del norte, llamada de dos maneras: “Conquista del Chaco” y “Campaña del
Desierto Verde”. Se ejecutó entre 1884 y 1917 e implicó asesinatos
masivos, trabajo esclavo, torturas y la expulsión de los pueblos
indígenas de sus territorios, lo que les ocasionó perder su forma
ancestral de vida y tener que vender a bajo precio su fuerza de trabajo.
Un relevamiento de la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) da
cuenta de una nueva avanzada sobre los pueblos originarios, esta vez
protagonizada por el modelo agropecuario: contabilizó 164 conflictos de
tierras y ambientales, casi ocho millones de hectáreas (el equivalente a
toda la superficie de Entre Ríos o 390 veces la ciudad de Buenos
Aires), y 950 mil personas, principalmente indígenas y campesinos, de
seis provincias del norte argentino. El 89 por ciento de los conflictos
comenzó en paralelo con la instalación del actual modelo de
agropecuario, con la soja transgénica como emblema. La Redaf explica:
“La raíz de los conflictos de tierra se encuentra en la disputa por el
uso y control del espacio territorial a partir de la imposición de una
cultura sobre otra. Por un lado el agronegocio, donde la tierra es un
espacio para producir y hacer negocios, y por el otro la cultura
indígena y campesina, donde la tierra constituye un espacio de vida”.
“Conflictos sobre tenencia de tierra y ambientales en la región del Chaco argentino”, es el nombre del informe de la Redaf, integrado por un colectivo de organizaciones, académicos y técnicos de distintas disciplinas del norte del país. Identificó 259 conflictos, de los cuales procesó los datos de 164, de Chaco, Formosa, Santiago del Estero, este de Salta y norte de Santa Fe y Córdoba, el grueso de las provincias que conforman la región denominada Chaco argentino. Los datos precisos: 7,8 millones de hectáreas en conflicto y 948 mil personas afectadas, mayormente pueblos originarios y campesinos. El 93 por ciento de los conflictos (153) se producen por alguna acción que vulnera los derechos de los campesinos y comunidades ancestrales con relación a la tenencia de la tierra. “Es sólo una muestra de la magnitud del problema en la región”, advierte el informe.
Pueblos originarios del Chaco |
El grueso de los conflictos (89 por
ciento) se inició a partir del 2000. “Coincide con el impulso del modelo
agroexportador, favorecido por las condiciones del mercado
internacional para la comercialización de la soja, que trajo como
consecuencia la expansión de la frontera agropecuaria en la Región
Chaqueña”, recuerda el informe. En el mercado de agronegocios mundial,
Argentina es visto como un alumno modelo. En 1997 se cosecharon en
Argentina once millones de toneladas de soja transgénica y se utilizaron
seis millones de hectáreas. Diez años después, en 2007, la cosecha
llegó a los 47 millones de toneladas, abarcando 16,6 millones de
hectáreas. En la actualidad, la soja abarca 19 millones de hectáreas, la
mitad de la superficie cultivable del país. Los pueblos originarios
perjudicados por ese avance, sólo en las provincias relevadas, son el
qom, pilagá, mocoví, wichí, chorotes, chulupies, tapietes, guaycurúes,
lules, vilelas y tonocoté.
A pesar de leyes que protegen la posesión de tierras de familias ancestrales (Constitución nacional, Convenio 169 OIT, Ley 26.160, Posesión Veinteañal vigente en el Código Civil) en el 99 por ciento de los conflictos por tierras se determinó que indígenas y campesinos carecen de títulos que, por las leyes vigentes, el Estado y el Poder Judicial debieran reconocer. En el 56 por ciento de los casos las familias han sufrido intentos de desalojo y en el 31 por ciento padecieron alambrados u ocupación de sus lotes.
Desde 1984, las comunidades aborígenes del Chaco salteño luchan para que el gobierno provincial les otorgue el título de propiedad de las tierras que habitan. Las comunidades quieren que sea un título comunitario, que les permita seguir viviendo como pueblos cazadores y recolectores. “El gobierno de Salta ha prometido mucho, pero ha hecho muy poco. Con aprobación del gobierno nacional, pero sin consultar a las familias, autorizó construcción de un puente internacional sobre el río Pilcomayo. También de rutas para facilitar el comercio entre los distintos países del Mercosur. Estas obras cruzan el territorio que habitan las comunidades, sin embargo ellas nunca fueron informadas sobre las consecuencias de estos proyectos”, detalla del informe.
Modelo de la soja. Deforestación y glifosato |
El caso llegó
hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en
noviembre de 2006 intimó al Estado argentino para que demarque y
entregue las tierras a las comunidades. En 2007, el gobierno de Salta
firmó un acuerdo por el cual se comprometió a la redistribución de 643
mil hectáreas, 400 mil para aborígenes y 243 mil para los criollos. La
Redaf advierte que la entrega de títulos se encuentra muy retrasada.
La Redaf también destaca el caso del Bañado la Estrella, en Formosa, donde el gobierno provincial decidió la reconstrucción de una ruta y erigió terraplenes que inundaron tierras campesinas. El informe recuerda que las familias debieron abandonar su zona de vida ancestral y perdieron animales (parte esencial de subsistencia).
El relevamiento demuestra que las víctimas del modelo agropecuario son pequeños productores. El 56 por ciento de los casos corresponde a familias con menos de 100 hectáreas. Y el 43 por ciento posee menos de 400 hectáreas. Además de la escasa cantidad de tierras, los ingenieros agrónomos de la Redaf recuerdan que 100 hectáreas en el Chaco argentino nunca tienen la misma productividad que en la Pampa húmeda. “La cantidad de tierras de que disponen las familias es escasa para desarrollar una vida digna y permitir que los jóvenes se puedan quedar a trabajar y vivir en el campo”, afirma.
Como contrapartes del conflicto, el 79 por ciento está constituida por empresas y personas físicas. Y el 16 por ciento identifica al Estado como el enemigo que disputa el territorio. El rol del Estado es uno de los puntos centrales que los indígenas y campesinos identifican como responsables, por acción u omisión, para la resolución de los conflictos.
El relevamiento destaca también el rol del Poder Judicial. Afirma que hay un retraso manifiesto de los jueces y fiscales para aplicar las leyes que protegen a campesinos e indígenas, y –cuando actúan– hay un retraso notable.
Deforestación en Chaco. Inundaciones |
La Red Agroforestal realiza un
informe permanente y dinámico de conflictos. En febrero pasado este
diario informó que existían en la misma región cinco millones de
hectáreas en disputa, casi 600 mil personas afectadas. Se trataba del
conteo de 52 de casos de 120 relevados. En el transcurso del año se
registraron y procesaron nuevos conflictos (164 procesados de 259
registrados), que serán difundidos en detalles y entregados el próximo
20 de octubre en Córdoba, en el marco del “Cuarto Seminario sobre
tierra, agua y bosque de la región chaqueña”. La organización remarca
que existen “muchos más casos” que los relevados.
Cuando se les preguntó a las familias afectadas qué querían, las respuestas fueron simples: poder trabajar y vivir en la tierra donde siempre vivieron. En la lista de exigencias figuran que se les reconozca el derecho a ser dueños de las tierras y que les devuelvan las tierras que les quitaron de manera fraudulenta.
Cuando se les preguntó a las familias afectadas qué querían, las respuestas fueron simples: poder trabajar y vivir en la tierra donde siempre vivieron. En la lista de exigencias figuran que se les reconozca el derecho a ser dueños de las tierras y que les devuelvan las tierras que les quitaron de manera fraudulenta.
Entre las conclusiones se destaca que los conflictos no son sólo por la tierra, sino que se trata de una disputa por el uso y control del espacio territorial a partir de la imposición de una cultura sobre otra. Afirma que para los empresarios dedicados al agro y para el Estado “está en juego el aumento de ganancias y retenciones en el corto plazo, para ellos la tierra representa un bien económico necesario para producir ganancias, sin importar los costos ambientales, culturales y sociales que impliquen”.
En contraposición, destaca que para los pueblos indígenas y campesinos implica mucho más que negocios. “Se trata de una lucha por conservar una identidad, por mantener un modo de vida, de producir, de vivir y permanecer. La tierra es un bien social y no un bien económico, parte constitutiva de su cosmovisión y religiosidad”, asegura el informe: “Llama la atención el escaso apoyo del Estado a los campesinos e indígenas, y su intervención protagónica como la otra parte del conflicto, ya sea en forma directa o indirecta. Indica claramente que, aunque en el discurso lo cuestione, en la práctica sigue apoyando el modelo de producción extractivista y atentando contra la vida indígena y campesina”.
Fuente: Página/12. Tomado de Chaco día por día
Deforestación en Chaco. Inundaciones |
Y las consecuencias ambientales, según estudios científicos realizados recientemente:
" (2011-08-01) La
deforestación de los bosques nativos a causa del avance de la sojización
de los campos impactará de manera progresiva en distintas variables
climáticas de la Región. A esa conclusión arribó un estudio que empleó
modelos climáticos para analizar la relación suelo-atmósfera y simuló el
estado ideal de los suelos de la región, sin deforestar, y el estado
sometido al avance de la agricultura.
La sojización de los campos y la intensa actividad ganadera que se produce en la región del Gran Chaco han provocado la deforestación de la zona. Como consecuencia, se produjeron modificaciones en los valores de las precipitaciones. Un equipo del Grupo de Investigación de Ciencias Atmosféricas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura analiza estos cambios a partir del estudio de la relación suelo - atmósfera mediante simulaciones con modelos climáticos.
La sojización de los campos y la intensa actividad ganadera que se produce en la región del Gran Chaco han provocado la deforestación de la zona. Como consecuencia, se produjeron modificaciones en los valores de las precipitaciones. Un equipo del Grupo de Investigación de Ciencias Atmosféricas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura analiza estos cambios a partir del estudio de la relación suelo - atmósfera mediante simulaciones con modelos climáticos.
Deforestación y cambio climático en Chaco |
Los resultados de la investigación fueron presentados recientemente en el Congreso Internacional de la American Geophisical Union y una de las conclusiones más importantes es la gran sensibilidad que se observó en las variables climáticas al uso del suelo. Para llevar adelante el análisis se emplearon simulaciones de modelos climáticos. La utilización de estos modelos de simulación permite analizar distintos escenarios posibles, obtener respuestas y extrapolarlas, para finalmente trasladar esas conclusiones a la realidad y comprobar su cumplimiento.
La región del Gran Chaco estudiada abarca parte de la República del Paraguay, Formosa, Chaco hasta el centro de la provincia de Santa Fe. Hacia el oeste se extiende hasta Uruguay; Entre Ríos, Corrientes, y el sur de Brasil. Se tomó esa región como objeto de estudio porque es donde se ha producido una importante intensificación de la agricultura en los últimos años.
Deforestación y cambio climático. Chaco |
Desmonte
“En principio queremos medir las variaciones en el clima regional producto del desmonte que se está realizando por el avance de la frontera agropecuaria” señaló a InfoUniversidades Patricia Blatter becaria de Conicet e integrante del grupo de investigación. La deforestación está generando efectos climáticos notables. “A pesar de que estamos trabajando aún con casos idealizados, hay evidencia contundente de estos procesos”, expresó el doctor Juan Ruiz, otro de los miembros del grupo.
Para poder realizar este estudio se eligieron dos casos (de manera simulada) y en cada uno de ellos se modificó el uso de suelo actual de la región de estudio. En uno de los casos se cubrió el suelo de la región con pasto, de esta manera se pretendió simular el escenario extremo en el cual toda la región del Gran Chaco esté destinada a la producción agrícola y a la agricultura. En el siguiente caso, el suelo estuvo cubierto por bosques, representando así la composición original de la región. Esto simula el escenario extremo de hace 200 años, en el cual no hubo ningún tipo de deforestación.
“En principio queremos medir las variaciones en el clima regional producto del desmonte que se está realizando por el avance de la frontera agropecuaria” señaló a InfoUniversidades Patricia Blatter becaria de Conicet e integrante del grupo de investigación. La deforestación está generando efectos climáticos notables. “A pesar de que estamos trabajando aún con casos idealizados, hay evidencia contundente de estos procesos”, expresó el doctor Juan Ruiz, otro de los miembros del grupo.
Para poder realizar este estudio se eligieron dos casos (de manera simulada) y en cada uno de ellos se modificó el uso de suelo actual de la región de estudio. En uno de los casos se cubrió el suelo de la región con pasto, de esta manera se pretendió simular el escenario extremo en el cual toda la región del Gran Chaco esté destinada a la producción agrícola y a la agricultura. En el siguiente caso, el suelo estuvo cubierto por bosques, representando así la composición original de la región. Esto simula el escenario extremo de hace 200 años, en el cual no hubo ningún tipo de deforestación.
Deforestación. Chaco |
Los resultados muestran que la precipitación simulada para el primer
caso fue menor que la precipitación simulada para el caso del bosque.
Además, se observaron modificaciones en los flujos de los vientos. Para
el caso bosque, los vientos penetraron más al sur, más al interior de la
región del Gran Chaco, si se lo compara con el caso pastura. Los
investigadores encontraron respuestas dipolares en las precipitaciones,
es decir, intensas lluvias en determinadas regiones y disminución en
otras. Principalmente en la zona de Misiones se observó que las
precipitaciones eran mayores para el caso pasturas, que para el caso
bosque.
Por su parte, las temperaturas estuvieron también ligadas con las modificaciones que se introdujeron. Para el caso bosque hubo una disminución de la temperatura, en cambio, para el caso pastura, la temperatura fue mayor.
Por su parte, las temperaturas estuvieron también ligadas con las modificaciones que se introdujeron. Para el caso bosque hubo una disminución de la temperatura, en cambio, para el caso pastura, la temperatura fue mayor.
Deforestación y sequía en Chaco. |
Modelo Climático
Para el estudio se utilizó un modelo que básicamente permite simular el comportamiento de la atmósfera. Un programa de computadora que resuelve ecuaciones, y simula como será el comportamiento de la atmósfera en una región determinada.
Entre las distintas situaciones que tiene el modelo en cuenta para poder representar el comportamiento de la atmósfera, se halla el uso que se hace de la superficie, precisamente, cómo interactúa la atmósfera con lo que hay en la superficie. Hay flujos de vapor, evaporación de agua desde la superficie hacia la atmósfera, flujos de calor desde la superficie a la atmósfera y viceversa. Entonces el uso que se haga de la superficie evidentemente afectará lo que suceda en la atmósfera.
En la actualidad estos modelos son muy precisos y la distribución de suelo que presentan está en función de mediciones satelitales. De esta manera se permite ver la distribución de la vegetación, y en base a eso se realizan los pronósticos y las simulaciones.
Fuente infouniversidades.siu.edu.ar, tomado del Diario Chaco
Deforestación y sequía en Chaco. |
Más información relevante en:
Blog del Partido Pirata
Anarquía coronada
Madrid+d
Todos por el Chaco
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