sábado, 1 de diciembre de 2012

El impenetrable. Chaco




Pueblos originarios Qom, Chaco

Esto pasa en Chaco: decidí, por la urgencia del problema y la escacés de mi tiempo, hacer un post que recopile la información de diferentes páginas web que aborden el tema de la deforestación de los bosques chaqueños y la consecuente violación de los derechos de sus pobladore. Quise también incluir un repaso por la historia de los bosques chaqueños y del litoral.
A fines del siglo XIX fue La Forestal, de capitales ingleses, la primer mano asesina que llegó al norte argentino:
             
                "La Forestal dejó graves consecuencias económicas, ecológicas, y humanas. La acentuación de la tala del quebracho para la ganancia capitalista agotó ese recurso natural, en lo humano y económico el 95% de sus trabajadores no pudieron jubilarse, muchos perdieron sus hogares, las industrialización fue destruida y los pueblos se empobrecieron y su gente alimentó los suburbios de las grandes ciudades creando villas miserias.

La firma se retiró del país en el año 1966 debido a la brusca caída de los aranceles internacionales de la madera y el tanino reemplazado por nuevos productos. 

La firma se propagó y llevó adelante el usufructo, a saber: compra de tierras a precios miserables, subsidios de la Nación y de las provincias sin pagos de devoluciones y constantes sobornos a funcionarios públicos. Un caso por antonomasia era el de Lucas González, quien era uno de los representantes de la firma Murrieta en el país pero, a la vez, era el funcionario nacional encargado de negociar con la misma empresa sobre los alcances de la misma.

Estado dentro de un Estado

La Forestal resultó ser un gran negocio para sus múltiples dueños que contaba con ferrocarriles, puertos propios y pagaban a sus vapuleados trabajadores con vales que éstos a su vez debían de canjear en los almacenes de la mismísima empresa. El caso alegórico fue de Aniceto Barrientos de Villa Ana (Santa Fe) que, durante su vida de asalariado en la empresa, fue contabilizando cuántas veces recibía el mismo vale con el mismo número y llevando la anotación en un cuaderno registró 137 veces. La Forestal además tenía una fuerza propia de represión, la "gendarmería volante", financiada por la propia empresa y armada y uniformada por el gobierno provincial del gobernador Enrique Mosca quien sería luego candidato a vicepresidente por la Unión Democrática en 1945.



La Forestal, Chaco, Argentina.
 
 Las huelgas: muerte y represión

Las grandes luchas obreras contra la empresa comenzaron en 1919 y que contaron con la colaboración de los anarquistas de la FORA además de socialistas y sindicalistas libres.

La primera huelga en el mes de julio fue en reclamo de un aumento salarial, jornada de solo 8 horas de trabajo y suspensión de masivos despidos compulsivos. La segunda huelga, se produjo entre diciembre de 1919 y enero de 1920 en la cual el gobierno nacional movilizó a soldados del Regimiento de Infantería Nº 12 de Rosario con asiento en Rosario.

La tercera huelga en La Forestal del año 1922 fue la más importante y culminó con una salvaje represión, lo cual la "gendarmería volante" y otras formaciones parapoliciales impunemente patrocinadas por el gobierno de Hipólito Yrigoyen actuaron despóticamente con un saldo de centenares de muertos y 19 dirigentes huelguistas condenados a la cárcel.

En el cuaderno del capataz Aniceto Barrientos registraba lo siguiente: "a los muertos los apilaban uno sobre otro, le clavaban el cuchillo en la nuca por si estaban vivos, desde ese día tenía miedo de volver a trabajar porque nos miraban con odio, como si fuéramos perros sarnosos".

Deforestación en Chaco

 Consecuencias del negocio forestal

Los bosques y montes naturales de la provincia de Santa Fe apenas representan el 14 por ciento de los existentes en 1935. Eso es lo que se desprende del reciente informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que comparó las cifras que pintan el paisaje de la deforestación impune que se generó en los últimos setenta años. Una pérdida varias veces millonaria en dólares que ningún gobierno provincial reclamó a favor de los santafesinos. Al contrario, a lo largo de la historia del siglo veinte, el Estado ha pagado precios muy altos por las tierras yermas, consecuencia de la depredación que generaron, fundamentalmente, dos grandes empresas: La Forestal, en el norte, y Celulosa, en el sur. Ambas firmas tuvieron un poder político superior al de los gobiernos locales que debieron controlarlas y que siempre obedecieron sus reclamos. Ahora que varios legisladores plantearon la necesidad de cuidar lo poco que queda de la flora autóctona también sería bueno que alguien, aunque sea una vez, reclame por los daños ocasionados a la población a través de la explotación irracional de la naturaleza.

Fuente: El Ortiba.org




Deforestación en Chaco: el modelo de la soja
Pero la tristeza no tiene fin, ahora son los negocios de Monsanto, de la soja transgénica, los que amenazan con destruir lo poco que queda del Impenetrable.

Modelo agropecuario avanza sobre los originarios: Otra Campaña del  Desierto, ahora por la soja.  
Por Darío Aranda

En seis provincias del Chaco argentino hay ocho millones de hectáreas en conflictos de tierras y ambientales, en gran parte por el avance de frontera agropecuaria. Están afectadas 950 mil personas, la mayoría son indígenas y campesinos
La Campaña del Desierto fue la avanzada militar sobre los pueblos originarios del sur del país y tuvo como símbolo a Julio Argentino Roca. Menos difundida, aunque igual de cruenta, el Estado también ejecutó una campaña militar contra los pueblos indígenas del norte, llamada de dos maneras: “Conquista del Chaco” y “Campaña del Desierto Verde”. Se ejecutó entre 1884 y 1917 e implicó asesinatos masivos, trabajo esclavo, torturas y la expulsión de los pueblos indígenas de sus territorios, lo que les ocasionó perder su forma ancestral de vida y tener que vender a bajo precio su fuerza de trabajo. Un relevamiento de la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) da cuenta de una nueva avanzada sobre los pueblos originarios, esta vez protagonizada por el modelo agropecuario: contabilizó 164 conflictos de tierras y ambientales, casi ocho millones de hectáreas (el equivalente a toda la superficie de Entre Ríos o 390 veces la ciudad de Buenos Aires), y 950 mil personas, principalmente indígenas y campesinos, de seis provincias del norte argentino. El 89 por ciento de los conflictos comenzó en paralelo con la instalación del actual modelo de agropecuario, con la soja transgénica como emblema. La Redaf explica: “La raíz de los conflictos de tierra se encuentra en la disputa por el uso y control del espacio territorial a partir de la imposición de una cultura sobre otra. Por un lado el agronegocio, donde la tierra es un espacio para producir y hacer negocios, y por el otro la cultura indígena y campesina, donde la tierra constituye un espacio de vida”.

“Conflictos sobre tenencia de tierra y ambientales en la región del Chaco argentino”, es el nombre del informe de la Redaf, integrado por un colectivo de organizaciones, académicos y técnicos de distintas disciplinas del norte del país. Identificó 259 conflictos, de los cuales procesó los datos de 164, de Chaco, Formosa, Santiago del Estero, este de Salta y norte de Santa Fe y Córdoba, el grueso de las provincias que conforman la región denominada Chaco argentino. Los datos precisos: 7,8 millones de hectáreas en conflicto y 948 mil personas afectadas, mayormente pueblos originarios y campesinos. El 93 por ciento de los conflictos (153) se producen por alguna acción que vulnera los derechos de los campesinos y comunidades ancestrales con relación a la tenencia de la tierra. “Es sólo una muestra de la magnitud del problema en la región”, advierte el informe.

Pueblos originarios del Chaco

El grueso de los conflictos (89 por ciento) se inició a partir del 2000. “Coincide con el impulso del modelo agroexportador, favorecido por las condiciones del mercado internacional para la comercialización de la soja, que trajo como consecuencia la expansión de la frontera agropecuaria en la Región Chaqueña”, recuerda el informe. En el mercado de agronegocios mundial, Argentina es visto como un alumno modelo. En 1997 se cosecharon en Argentina once millones de toneladas de soja transgénica y se utilizaron seis millones de hectáreas. Diez años después, en 2007, la cosecha llegó a los 47 millones de toneladas, abarcando 16,6 millones de hectáreas. En la actualidad, la soja abarca 19 millones de hectáreas, la mitad de la superficie cultivable del país. Los pueblos originarios perjudicados por ese avance, sólo en las provincias relevadas, son el qom, pilagá, mocoví, wichí, chorotes, chulupies, tapietes, guaycurúes, lules, vilelas y tonocoté.

A pesar de leyes que protegen la posesión de tierras de familias ancestrales (Constitución nacional, Convenio 169 OIT, Ley 26.160, Posesión Veinteañal vigente en el Código Civil) en el 99 por ciento de los conflictos por tierras se determinó que indígenas y campesinos carecen de títulos que, por las leyes vigentes, el Estado y el Poder Judicial debieran reconocer. En el 56 por ciento de los casos las familias han sufrido intentos de desalojo y en el 31 por ciento padecieron alambrados u ocupación de sus lotes.

Desde 1984, las comunidades aborígenes del Chaco salteño luchan para que el gobierno provincial les otorgue el título de propiedad de las tierras que habitan. Las comunidades quieren que sea un título comunitario, que les permita seguir viviendo como pueblos cazadores y recolectores. “El gobierno de Salta ha prometido mucho, pero ha hecho muy poco. Con aprobación del gobierno nacional, pero sin consultar a las familias, autorizó construcción de un puente internacional sobre el río Pilcomayo. También de rutas para facilitar el comercio entre los distintos países del Mercosur. Estas obras cruzan el territorio que habitan las comunidades, sin embargo ellas nunca fueron informadas sobre las consecuencias de estos proyectos”, detalla del informe.

Modelo de la soja. Deforestación y glifosato

El caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en noviembre de 2006 intimó al Estado argentino para que demarque y entregue las tierras a las comunidades. En 2007, el gobierno de Salta firmó un acuerdo por el cual se comprometió a la redistribución de 643 mil hectáreas, 400 mil para aborígenes y 243 mil para los criollos. La Redaf advierte que la entrega de títulos se encuentra muy retrasada.

La Redaf también destaca el caso del Bañado la Estrella, en Formosa, donde el gobierno provincial decidió la reconstrucción de una ruta y erigió terraplenes que inundaron tierras campesinas. El informe recuerda que las familias debieron abandonar su zona de vida ancestral y perdieron animales (parte esencial de subsistencia).

El relevamiento demuestra que las víctimas del modelo agropecuario son pequeños productores. El 56 por ciento de los casos corresponde a familias con menos de 100 hectáreas. Y el 43 por ciento posee menos de 400 hectáreas. Además de la escasa cantidad de tierras, los ingenieros agrónomos de la Redaf recuerdan que 100 hectáreas en el Chaco argentino nunca tienen la misma productividad que en la Pampa húmeda. “La cantidad de tierras de que disponen las familias es escasa para desarrollar una vida digna y permitir que los jóvenes se puedan quedar a trabajar y vivir en el campo”, afirma.
Como contrapartes del conflicto, el 79 por ciento está constituida por empresas y personas físicas. Y el 16 por ciento identifica al Estado como el enemigo que disputa el territorio. El rol del Estado es uno de los puntos centrales que los indígenas y campesinos identifican como responsables, por acción u omisión, para la resolución de los conflictos.

El relevamiento destaca también el rol del Poder Judicial. Afirma que hay un retraso manifiesto de los jueces y fiscales para aplicar las leyes que protegen a campesinos e indígenas, y –cuando actúan– hay un retraso notable.

Deforestación en Chaco. Inundaciones
  
La Red Agroforestal realiza un informe permanente y dinámico de conflictos. En febrero pasado este diario informó que existían en la misma región cinco millones de hectáreas en disputa, casi 600 mil personas afectadas. Se trataba del conteo de 52 de casos de 120 relevados. En el transcurso del año se registraron y procesaron nuevos conflictos (164 procesados de 259 registrados), que serán difundidos en detalles y entregados el próximo 20 de octubre en Córdoba, en el marco del “Cuarto Seminario sobre tierra, agua y bosque de la región chaqueña”. La organización remarca que existen “muchos más casos” que los relevados.
Cuando se les preguntó a las familias afectadas qué querían, las respuestas fueron simples: poder trabajar y vivir en la tierra donde siempre vivieron. En la lista de exigencias figuran que se les reconozca el derecho a ser dueños de las tierras y que les devuelvan las tierras que les quitaron de manera fraudulenta.

Entre las conclusiones se destaca que los conflictos no son sólo por la tierra, sino que se trata de una disputa por el uso y control del espacio territorial a partir de la imposición de una cultura sobre otra. Afirma que para los empresarios dedicados al agro y para el Estado “está en juego el aumento de ganancias y retenciones en el corto plazo, para ellos la tierra representa un bien económico necesario para producir ganancias, sin importar los costos ambientales, culturales y sociales que impliquen”.

En contraposición, destaca que para los pueblos indígenas y campesinos implica mucho más que negocios. “Se trata de una lucha por conservar una identidad, por mantener un modo de vida, de producir, de vivir y permanecer. La tierra es un bien social y no un bien económico, parte constitutiva de su cosmovisión y religiosidad”, asegura el informe: “Llama la atención el escaso apoyo del Estado a los campesinos e indígenas, y su intervención protagónica como la otra parte del conflicto, ya sea en forma directa o indirecta. Indica claramente que, aunque en el discurso lo cuestione, en la práctica sigue apoyando el modelo de producción extractivista y atentando contra la vida indígena y campesina”.

Fuente: Página/12. Tomado de Chaco día por día

Deforestación en Chaco. Inundaciones

Y las consecuencias ambientales, según estudios científicos realizados recientemente:

                                                       " (2011-08-01) La deforestación de los bosques nativos a causa del avance de la sojización de los campos impactará de manera progresiva en distintas variables climáticas de la Región. A esa conclusión arribó un estudio que empleó modelos climáticos para analizar la relación suelo-atmósfera y simuló el estado ideal de los suelos de la región, sin deforestar, y el estado sometido al avance de la agricultura.

La sojización de los campos y la intensa actividad ganadera que se produce en la región del Gran Chaco han provocado la deforestación de la zona. Como consecuencia, se produjeron modificaciones en los valores de las precipitaciones. Un equipo del Grupo de Investigación de Ciencias Atmosféricas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura analiza estos cambios a partir del estudio de la relación suelo - atmósfera mediante simulaciones con modelos climáticos. 

Deforestación y cambio climático en Chaco

Los resultados de la investigación fueron presentados recientemente en el Congreso Internacional de la American Geophisical Union y una de las conclusiones más importantes es la gran sensibilidad que se observó en las variables climáticas al uso del suelo. Para llevar adelante el análisis se emplearon simulaciones de modelos climáticos. La utilización de estos modelos de simulación permite analizar distintos escenarios posibles, obtener respuestas y extrapolarlas, para finalmente trasladar esas conclusiones a la realidad y comprobar su cumplimiento.

La región del Gran Chaco estudiada abarca parte de la República del Paraguay, Formosa, Chaco hasta el centro de la provincia de Santa Fe. Hacia el oeste se extiende hasta Uruguay; Entre Ríos, Corrientes, y el sur de Brasil. Se tomó esa región como objeto de estudio porque es donde se ha producido una importante intensificación de la agricultura en los últimos años.

Deforestación y cambio climático. Chaco
Desmonte

“En principio queremos medir las variaciones en el clima regional producto del desmonte que se está realizando por el avance de la frontera agropecuaria” señaló a InfoUniversidades Patricia Blatter becaria de Conicet e integrante del grupo de investigación. La deforestación está generando efectos climáticos notables. “A pesar de que estamos trabajando aún con casos idealizados, hay evidencia contundente de estos procesos”, expresó el doctor Juan Ruiz, otro de los miembros del grupo.

Para poder realizar este estudio se eligieron dos casos (de manera simulada) y en cada uno de ellos se modificó el uso de suelo actual de la región de estudio. En uno de los casos se cubrió el suelo de la región con pasto, de esta manera se pretendió simular el escenario extremo en el cual toda la región del Gran Chaco esté destinada a la producción agrícola y a la agricultura. En el siguiente caso, el suelo estuvo cubierto por bosques, representando así la composición original de la región. Esto simula el escenario extremo de hace 200 años, en el cual no hubo ningún tipo de deforestación. 

Deforestación. Chaco

Los resultados muestran que la precipitación simulada para el primer caso fue menor que la precipitación simulada para el caso del bosque. Además, se observaron modificaciones en los flujos de los vientos. Para el caso bosque, los vientos penetraron más al sur, más al interior de la región del Gran Chaco, si se lo compara con el caso pastura. Los investigadores encontraron respuestas dipolares en las precipitaciones, es decir, intensas lluvias en determinadas regiones y disminución en otras. Principalmente en la zona de Misiones se observó que las precipitaciones eran mayores para el caso pasturas, que para el caso bosque.

Por su parte, las temperaturas estuvieron también ligadas con las modificaciones que se introdujeron. Para el caso bosque hubo una disminución de la temperatura, en cambio, para el caso pastura, la temperatura fue mayor.
Deforestación y sequía en Chaco.

Modelo Climático

Para el estudio se utilizó un modelo que básicamente permite simular el comportamiento de la atmósfera. Un programa de computadora que resuelve ecuaciones, y simula como será el comportamiento de la atmósfera en una región determinada.

Entre las distintas situaciones que tiene el modelo en cuenta para poder representar el comportamiento de la atmósfera, se halla el uso que se hace de la superficie, precisamente, cómo interactúa la atmósfera con lo que hay en la superficie. Hay flujos de vapor, evaporación de agua desde la superficie hacia la atmósfera, flujos de calor desde la superficie a la atmósfera y viceversa. Entonces el uso que se haga de la superficie evidentemente afectará lo que suceda en la atmósfera.

En la actualidad estos modelos son muy precisos y la distribución de suelo que presentan está en función de mediciones satelitales. De esta manera se permite ver la distribución de la vegetación, y en base a eso se realizan los pronósticos y las simulaciones. 

Fuente infouniversidades.siu.edu.ar, tomado del Diario Chaco

Deforestación y sequía en Chaco.


Más información relevante en:
Blog del Partido Pirata
Anarquía coronada 
Madrid+d
Todos por el Chaco

martes, 9 de octubre de 2012

Onas, yámanas y kawéshkar

Sobre los primeros habitantes de Tierra del Fuego

Texto: Marcos Di Benedetto

Se denomina Onas a los pueblos originarios de Tierra del Fuego, aunque en realidad fueron tres las comunidades que habitaron estas tierras; los selk-nam, los yámanas y los kawéshkar. Hoy -y desde hace casi dos décadas- no quedan integrantes de ninguna de las tres etnias, gradualmente diezmadas desde la llegada del europeo, quien acabó con las fuentes de subsistencia, instaló enfermedades, y persiguió y asesinó a las comunidades originarias en pos de beneficios económicos, por no decir en pos de satisfacer las oscuras y crueles pulsiones de una líbido cínica, desalmada: la enfermedad imperialista.

Familia Ona, Tierra del Fuego
Poco sabemos de ellos. A los selk-nam los conocemos más con el nombre de onas. Ellos eran cazadores sin residencia fija, aunque armaban sus casas cuando la comida abundaba en un territorio, pudiendo entonces las mujeres parir a sus pequeños más cómodamente, y cobijarlos junto a las fogatas hasta que la piel se les acostumbrase al frío. Los onas llevaban a cabo su rutina nómade hacia el norte de la región comprendida por lo que hoy es la provincia fueguina. Los yámanas y los kawéshkar, en cambio, sí se aventuraban al mar, navegándolo sobre sus canoas cónicas; y no sólo pescaban, también hacían clasificaciones de cetáceos que nutrían a su vez profundas meditaciones metafísicas con respecto a las ballenas y a los delfines.

Acontecimiento mágico, insondable y lleno de presagios: el hecho de que una ballena aparezca varada en la playa. Festín y fiesta, varias familias yámanas se alimentaban del mamífero marino.

Tierra del Fuego

Y si la providencia no favorecía a los pescadores, si el hambre azotaba a hombres, mujeres y niños, y si ni el fuego sagrado era capaz de apaciguar con su calor el dolor del apetito no saciado, el pueblo se reunía en torno a los ancianos y convocaba a los chamanes para demandar: tráenos ballenas!!! Lo que hacía el mago, mensajero o administrador de milagros en estas situaciones –y también había mujeres chamanas, como fue el caso de Lola Kiepja, (última representante ona fallecida hace unos años)-, era emular a una ballena muriendo, como si sus poderes lo desdoblasen y fuese a la vez chamán y ballena agonizante, y la invocaba desde Aim-Shoink, región celeste regidora de ballenas: y él mismo se convertía entonces en un espíritu-ballena-padre, y seleccionaba a una de sus hijas y se disponía a ahogarla en pos de sus fieles.

Lola Kiepja, chamana selk-nam

El cielo tenía su correspondencia terrestre, pero el cielo se dividía, para los onas, en cuatro cielos. Cada persona se identificaba con una de estas partes, con un haruwen. Las ballenas estaban en el Cielo Norte. Quienes pertenecían al Cielo Norte se dibujaban ballenas en el cuerpo, o delfines. Para los onas, las ballenas formaban parte de un pasado mítico.

Pueblos originarios de Argentina: Onas

Otro mito fundante del pueblo ona es el de la pelea del sol y la luna. Se trata de una historia –recogida en el libro sobre leyendas del sur compilado por Arnoldo Canclini- que habla de la violencia entre los géneros y la disputa por el poder y la fuerza: será el hombre quien, finalmente, se apropie del fuego, quitándoselo a la mujer, encarnada en la luna, destinada a huir cada mañana por miedo a que se repita la violencia sobre ella.  

Algunos estudiosos de estos pueblos originarios argentinos son Anne Chapman, Joseph Emperaire, Osvaldo Silva, Martín Gusinde, Alfredo Magrassi.

Enlaces:  



domingo, 19 de agosto de 2012

Ushuaia, Tierra del Fuego: un paisaje de kafkas, de pushkins, de yamanas


Texto: Rocío Eraso
¿Cómo conjurar la noche omnipresente del fin del mundo? ¿Qué castillo hubiese visto Kafka en la urbanidad de este borde de la tierra, o qué tempestades se hubiesen desatado en el espíritu de Pushkin al contemplar la calma blanca del horizonte? Sabemos que los Yamanas navegaban en sus canoas cubiertos apenas por unas pieles, y que la temperatura ártica y su viento eran para ellos marcas a la vez de soledad y de grandeza.

Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina

Y yo no tengo respuestas ni certezas, pero estoy acá, en Ushuaia, y tengo fe en dios, en lo divino. La pureza de los glaciares Martial, Vinciguerra y Alvear, me enmudece, la belleza es tanta que provoca lágrimas.

Andes Fueguinos, Ushuaia, Argentina
Faro del fin del mundo, Ushuaia, Argentina

La temperatura raramente alcanza los 23 grados acá en esta australidad total ushuaiense. En primavera, los vientos enloquecen, avanzando hacia el océano por el Canal de Beagle –o canal Onashaga, como le llamaban los pueblos originarios de la región- a más de 100 km/h. Los días más largos acontecen en verano, cuando se celebra el sol de 15 a 23. Pero ya en otoño, la naturaleza se enfría tanto –unos 18 grados bajo cero- que el mundo acá en Ushuaia se cristaliza. En invierno la nieve se fija al suelo helado y la luz espejea fantasías polares en la superficie blanca.

Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina
Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina

 Me pregunto, mientras bebo vodka para no perecer, ya que vengo del subtropical litoral argentino, si los onas tenían pesadillas o si las estalactitas de las cuevas del Glaciar Alvear, en los Andes Fueguitos, despertaban en ellos arquetípicos deseos eróticos.

Glaciar Alvear, Ushuaia, Argentina

Los selk’nam cazaban guanacos y con su carne se alimentaban y con las pieles y los cueros se hacían la ropa y las casitas. Los selk’nam no acostumbraban a servirse de los recursos del mar, sólo las tribus de más al sur salían con esas canoas, los selk'nam iban de a pié, tal como lo refiere la traducción del yamana, lengua compartida en todo el territorio de Tierra del Fuego. Los selk’nam eran austeros y silenciosos, según cuentan, y para ellos el hambre, así como las emociones más frecuentes, eran sinónimo de debilidad. La palabra yámana quiere decir humanidad, humano, pero humano en cuanto vive y goza de salud.

Onas, Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina
Pueblos Originarios de Tierra del Fuego, Argentina

Hace cinco días estoy acá. Tiemblo de fiebre, o de pasión. He caminado entre la nieve deseosa de ascender al cerro Castor para practicar esquí, y hasta de llegar a pié hasta el Faro, pero como el agrimensor kafkiano, me perdí entre las casas y la gente, me involucré con el fuego de esta tierra helada. Mientras, las tormentas de nieve me transportan como los carruajes delirantes de la noche rusa, me pregunto si algún día podré volver a casa

lunes, 13 de agosto de 2012

Corrientes: Paso de los Libres


Cuando la historia reverbera en un paisaje

Antonio estudió en las casas del campo, en los bordes de bronce de los monumentos, en el suelo de su Corrientes natal, donde Paso de los Libres transcurre entre las remembranzas perpetuas de batallas que signan el devenir del país. En busca del frescor de la libertad en Paso de los Libres, Corrientes, Argentina, es el nombre de esta nota, que claro, se hizo al son del chamamé, y que trata de un correntino que habla de su ciudad en primera persona del singular, de cosas que le gustan más y cosas que menos. (A.T)

Paso de los Libres, Monumento a Madariaga

Me llamo Antonio, Antonio Acuña, tengo 26 años y vivo en Paso de los Libres. Como en toda la región, aquí el clima es tórrido, y la humedad se hace notar todo el año, y es por eso que hay mucho verde, muchos animales, principalmente muchas aves cuyos gritos y cantos parecen eternos, -idea que alguna vez postulara Borges al hablar de eternidad-, porque de generación en generación estos cantos son idénticos, hasta el punto de que nos preguntamos si no son siempre los mismos tucanes los que despliegan ese carraspeo estirado, ronco y agudo, repetitivo y bitonal.

Paso de los Libres, Corrientes, Argentina

Estudio historia por mi cuenta desde hace unos años. La historia de mi ciudad es lo que primero me interesó. Paso de los Libres es una ciudad importante: se recuerda aquí la lucha de los 108 valientes en 1843. Los Madariaga son llamados unitarios por unos, federales por otros, lo cierto es que querían organizar el territorio sin depender del arbitrio de la lejana capital federal; años después, cuando Rosas hacía rato ya que no estaba, con Mitre gobernando el país, Paso de los Libres fue arena de la batalla de Yatai, en 1865, que definió el resultado de la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, dando la victoria de los aliados: Argentina, Uruguay y Brasil -dirigidos por Inglaterra-, victoria que devino en el genocidio de la población paraguaya.

Paso de los Libres, Laguna Brava

Y el paisaje aquí es de una serenidad, que por más que uno lo mire y lo mire no llega a descubrir dónde fue que estuvieron los soldados. La cuenca del arroyo Yatai, cuyo cauce manso avanza hacia el río Uruguay, hacia la tierra de las palmeras que le copian el nombre en Entre Ríos, rebosa de sosiego. Los indios Yaros fueron quienes primero empaparon sus cachetes morenos en esta aguas pacíficas. 

Paso de los Libres, Arroyo Yatai

Cada tanto necesito ir a Brasil, a Río Grande do Sul, a completar mis investigaciones sobre la primera mitad del siglo XIX. Entonces cruzo el Puente Internacional, que comunica Paso de los Libres con Uruguaiana. 

Paso de los Libres, Puente Internacional

Si me preguntan por el carnaval, debo confesar que desde mi punto de vista, se trata de una fiesta que perdió hace mucho su carácter popular. Pero tengo mis favoritos. Acá, en Paso de los Libres, los grupos carnavaleros compiten cada año por ver quien es el más “sabrosón”. Mis amigos de Carun Bera y Shangay son esos favoritos de los que hablo, sus colores, sus puestas en escena, me resultan verdaderamente  mágicos.

Paso de los Libres, Carnaval



Alma Guarani, Los de Imaguare

domingo, 15 de julio de 2012

Provincia de Salta: entre Inti y Pacha



Texto: R.E

Ojalá transcurrieran estas palabras en la hoja del computador como flotan las nubes en el cielo, cielito, que cubre las montañas desnudas de la tierra quechua y cacán. La provincia de Salta es una de las integrantes de Noroeste argentino (NOA), provincia habitada desde hace miles de años: provincia, territorio, extensión, valles. Y más que paisaje, más que postales: salta es lo real.

Ruinas de Tastil

De más de 1300 años de antigüedad, las Ruinas de Tastil son los vestigios de lo que fue una ciudad pre-incainca. Hasta hace unos años, no se sabía bien qué había sido de sus habitantes, pero luego, en los ´70, los arqueólogoss dieron con pistas que indican que la ciudad se deshabitó como resultado del dominio inca. Los incas, a quienes suele compararse con el imperio de Roma, llegaron a la ciudadela alrededor del año 1489, y obligaron a sus pobladores, conocedores de la industria rupestre, a trabajar para ellos.

Ruinas de Tastil, Salta, Argentina
Indios, pueblos originarios, aborígenes... pueblos nomás

Los collas, los diaguitas, los apatama y los humahuaca son los algunos de los pueblos más antiguos de la región, Uno de los senderos más empleados para viajar y comunicarse que usaban las tribus era la Quebrada de Humahuaca, en el norte, sobre Jujuy. El comercio se basaba en lana de llama y alpaca, en la alfarería y en hojas de coca traídas de Bolivia. Los sistemas de cultivo y riego, así como las fortificaciones defensivas o pucarás –desde donde resistieron hasta el final la invasión española, y antes de eso, las de las tribus guerreras de la región chaqueña- dan cuenta de lo avanzado de los conocimientos sobre ingeniería y arquitectura de estos pueblos.

Diaguitas, Salta, Argentina


Cholitas y ponchos

De estos antepasados conserva la gente los atuendos multicolores, esos hermosos ponchos, esa inspiración que se plasma en la lana y proviene de la piedra, de los colores de los cerros; las tradiciones, la música, la cadencia. La baguala, la vidala de Perú, y la zamba, hija de la zamacueca chilena, son los sonidos que el humano ha devuelto a las montañas, sonidos de madera y viento, lamentos, carnavalitos que se acompañan, en las noches frescas, en las las solitarias alturas recortada de cactus; con humitas, con mondongos, tamales, delicias picantes degustadas o bien con mate, o bien con aguapi o chicha.

Salta, Argentina

Siglo XIX: la época de Güemes

Estos paisajes vieron tanto; primero llegar a los incas, después a los españoles. Después, a partir del deseo de independencia, del romántico deseo criollo, les tocó presenciar demasiadas batallas entre realistas por un lado y soldados, hacendados, indios y campesinos, por el otro: las Guerras Gauchas de 1809-1824; y al final, vieron sumergirse todo, todo, otra vez en el silencio.

El ejército del Norte, con generales famosos como Belgrano y San Martín al mando, habitó el norte y fluctuó en el norte, y pronto encontró en Gúemes a su mejor representante. Desautorizado por el poder centralizador de Buenos Aires, este caudillo federal representa uno de los intentos de verdadera liberación de los pueblos de la región de lo que hoy es el norte del territorio argentino: intento al cual pronto la aristocracia salteña desaprobó, en desacuerdo total con el sacrificio en pos de la libertad, de la libertad en sentido pleno. Y es que, ¡cómo escapar a la división internacional de trabajo?

Tilcara, Salta, Argentina

Animales imaginarios, flora y fauna

Zorros, tarucas, pumas, flamencos, vicuñas, alpacas, llamas, cóndores, especies típicas de por acá, de la argentina provincia de Salta, especies que navegan la Puna como espejismos. El turista de la pampa, que llega por primera vez a Salta, no siempre, pero a veces, siente mareos y dolor de cabeza, consecuencia de las alturas crespas, de la cercanía de la cúpula celeste: los salteños informan: "estás apunada", y dan a mascar coca para superar el vértigo. Las leyendas atribuyen a las plantas significaciones mágicas: como la leyenda del cacuy, la del mburucuyá, la de los pétalos de la rodocrosita, la de chaya y pujillay.

Purmamarca, Salta, Argentina

Lo sagrado

La religión es naturalista, y se afirma en la creencia de que existen dos mundos, uno divino y uno humano,  donde el nexo son los chamanes, nexo espiritual, quienes interceden mediante la celebración de sacrificios realizados en los altares o zupcas, pidiendo lluvia, pidiendo fertilidad, felicidad, buena fortuna: los diaguitas tenían un panteón de dioses: Llastay, Yacurmana, Pujllay, Huayrapuca, a Inti, a Pachamama, a Viracocha, y al Chiqui. En cuanto a la cosmología, se decía que, al morir, las almas se convertían en estrellas.

De todas las diosas es la generosa Pachamama la madre querida.Todos los agostos se realiza en el NOA la fiesta de la Pachamama, y todos los fieles concurren a darle un tributo.


Tren a las Nubes, Salta, Argentina













 




Abraza el viento en el Valle de Lerma, donde descansa la ciudad de Salta. Lo cruza el tren a las nubes, que sube y sube y da vueltas, ingresando en túneles hechos en la piedra; y sube, alcanzando los 4200 metros de altitud, cruzando delgados puentes pendientes del vacío. El tren a las nubes contrasta y a la vez comulga con los cerros y las quebradas del noroeste, por su estética pop, propia de su creación en la década del 70.

Salta, Argentina; Salta. La provincia de Salta, el recorte de estas tierras trazado en el mapa, es una sonrisa ancestral, es una media luna, una flecha antigua, un brazo cruzado que señala al océano Pacífico. Ninguna propaganda de TV ni ninguna foto se asemejan a la sensación mágica de estar ahí.



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www.noroestedeargentina.blogspot.com.ar
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viernes, 15 de junio de 2012

Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, Córdoba, Argentina.


Texo: Rocío Eraso
Traducción: Bruno Bettiol

Languidece la tarde, una musiquita de reminiscencias húngaras, o quizás suizas o alemanas, (aunque estoy casi segura de que es húngara) brota de algún jardín florido y se enlaza con el perfume perpetuo que desciende de las sierras. Son las 6 pm. y estoy en Villa General Belgrano; no hago nada, camino, respiro, camino, y me siento ondulada como el horizonte; sola, pero abrazada por esas masas de tierra, de pasto, de bosques; por la música, por la mística rubia de los paisanos.

Daylight begins to languish while a Hungarianesque song -or maybe from Switzerland or Germany, but I am almost sure it's Hungarian- spring forth from a flowery garden and entwines itself with the perennial fragrance coming down the mountains. It's 6 pm and I'm in Villa General Belgrano; I'm doing nothing, I walk, I breathe and walk, and feel wavy like the skyline; alone but embraced by those masses of soil, of grass, of woods; embraced by the music, by the blond mysticism of the locals.

Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, Córdoba, Argentina
No es época de fiestas típicas y eso me reconforta. La verdad, mi ánimo no está en sintonía con la muchedumbre que llega de todo el globo a la Fiesta Nacional de la Cerveza, a la Fiesta del Chocolate Alpino, o a la de la Masa Vienesa. “Comer sigue siendo la actividad más convocante del comercio turístico –pensé-, los productos regionales de Villa General Belgrano refulgen bajo las luces del sol, y cada jarra de cerveza, cada chocolate, cada masa vienesa, se vuelve un tesoro histórico y delicioso.” Pensar en fiestas regionales me abre el apetito, cruzo la calle San Martín y pongo un objetivo a mi caminata: entrar a una de esas confiterías alemanas a probar strudel y a celebrar mi Oktoberfest personal.

It's not the time for traditional parties, and I feel pleased by that. Honestly, my mood is not at one with the crowd coming from all around the globe to the National Beer Festival, or the Alpine Chocolate Festival, or the Viennese Pastry Festival. Eating keeps on top as regards trendiest activities for tourists, I thought; the regional products from Villa General Belgrano shine radiantly under the sun; every jug of beer, every chocolate, and every Viennese cake becomes a historical treasure so delicious. Musing on these regional festivals arouses my appetite; I cross San Martín Street and set a goal to my strolling: enter one of these German cake shops and try strudel. Let's celebrate my own personal Oktoberfest.

Al día siguiente, y sabiendo que no contaba mucho tiempo más para vagabundear por la Villa, dado que pautamos un viaje de tres noches, pido prestada una bicicleta y empiezo  a pedalear por calles repletas de una arquitectura salvajemente replicante del centro de la Europa. “Villa General Belgrano –pensé- es casi una ficción intemporal entre la Sierra Chica y la Sierra Grande; un cuento donde faltan los dragones, los gnomos, los elfos…, ¿dónde está la mitología sajona? ¿En la impecable escuela de Artes y Oficios? ¿Entre los árboles, que son más numerosos que los habitantes de la pequeña aldea?”

The following day, keeping in mind I don't have much time to wander thru the Villa -we arranged the trip for three nights-, I borrow a bike and start to pedal along streets that resemble -beyond doubt, I'd say- the architecture of Central Europe. “Villa General Belgrano -I thought- is almost a timeless fiction between Sierra Chica and Sierra Grande; a tale sans dragons, gnomes and elves..., where lies the Saxon mythology? In the impeccable school of Arts and Crafts? Among the trees which outnumber the inhabitants of the small village?”
El apetito me detiene la serie de preguntas sin respuesta y estaciono la bicicleta frente al hotel. Pero en lugar de entrar al restaurante, de donde emerge un exagerado grito de sabor, prefiero penetrar en el bosquecito de la Feria de Artesanos y probar los bocadillos que se venden en los puestos. “Mmmmm, ¡qué rico!” Los turistas extranjeros y yo decimos lo mismo en diferentes lenguas apenas el Knackwurst mit Sauerkraut,-presentado en algo parecido a una cajita feliz y que consiste en salchicha Frankfurt y chucrut- invade la cavidad bucal. Descubro, ese mediodía, cuán afín soy a la cocina alemana.

My appetite holds back the series of questions without answer, and I park the bike in front of the hotel. But instead of going to the restaurant, where a bloated outcry of savor comes forth, I prefer to move on to the craftsmen’s fair in a small grove, and try the snacks sold at the stalls. “Mmm, tasty!”. Foreign tourists speak the same in different words upon tasting the Knackwurst mit Sauerkraut- presented in a sorta Happy Meal consisting of Frankfurter sausage and sauerkraut. I discover, that noon, my fondness for German food.

Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, Córdoba, Argentina
Si el primer día me dedico a caminar por la Villa y a comer, el segundo es todo Kultur y más Kultur. Hago mucha vida social ese día, la gente es sencilla, y nadie se guarda las sonrisas para la vida privada. Puedo preguntar sobre los duendes y las hadas sin empacho, y más de uno me asegura que existen, que los busque en la Quebrada de la Zarzamora, en el Pozo Verde. Según los belgranenses, los duendes se dejan ver a determinadas horas, a determinadas personas. “Para creer en los duendes no necesito verlos –digo- me bastaría con escucharlos”.

If the first day I engage in walking thru the village, on the second day I dedicate to Kultur and more Kultur. I have a great deal of social life that day; people are modest, and no one confines their laughs to private life. I can inquire about goblins without abashment, and more than one is convinced they exist, telling me to look for them in Quebrada of the Mazamorra and in Pozo Verde. According to the locals, goblins can be seen at certain hours, by certain people. “In order to believe in goblins –I say- I don’t need to see them, hearing them would be enough”.

El tercer día de mi estadía en Villa General Belgrano está destinado íntegramente a los gnomos. A buscarlos salgo temprano, cargada con una cesta llena de manzanas. Según me dicen, la manzana fermentada -la sidra- es la bebida favorita de los duendes. Tomo entonces el camino de la Sierra Chica a fin de llegar a “la olla” a media mañana: la olla es un estanque de agua donde convergen todos los matices del verde. Al son de los zorzales me recuesto apoyando la espalda en un roble para descansar un poco. Y aunque me queda un largo trecho por andar -ya que además del Pozo Verde y del almuerzo a base de zarzamoras, planeo subir al Mirador y avanzar después indefinidamente por la Sierra siguiendo el curso del arroyo; me quedo profundamente dormida.

The third day of my sojourn in Villa General Belgrano is totally dedicated to gnomes. Early on, off I go to seek for them, with a basket full of apples. They say fermented apple –aka hard cider- is goblin’s favorite beverage. I take, then, the path of Sierra Chica so as to reach “la olla” at mid-morning: la olla is a pond where all shades of green converge. I lay down my back on an oak, while I listen to the thrushes’ songs; I rest for a while. And even though I still got a long way to go –besides Pozo Verde and my mazamorra lunch I plan to go up the viewpoint and then move forward to the Sierra following the course of the stream; I fall into a deep sleep.

Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, Córdoba, Argentina
La cosquilla de una brisa, de una brizna, de una hoja suelta en el viento, me despierta. Los zorzales siguen cantando como Gardel; el agua interpreta también una melodía reconfortante, una armonía dulce, plenamente dulce. El sol ha llegado hasta mí, e ilumina cada hebra de hierba: la belleza es total. Después de desperezarme, y cuando la música del bosque está ya también adentro mío, busco mi canasta para comer una manzana y seguir viaje.

The gentle tickling of a breeze, of a strand, of a leaf adrift in the wind, awakes me. The thrushes still sing like Gardel; the water also interprets a comforting melody, a sweet harmony, heart and soul so sweet. The sun has reached me, and shines upon each blade: the beauty is absolute. After stretching myself, and when the music of the forest is also within me, I look for my basket to have and apple and head onwards. 

No adivinan la sensación, la mucho más que rara sensación que tengo al encontrar la canasta vacía. Guardo silencio, me quedo inmóvil. “No voy a ser racional” pienso. Y ni bien esta idea se asienta en mí, unos murmullos, unos murmullitos, comienzan a escucharse. Los gnomos estan en todo el prado, detrás de cada pino, haya, roble. “Son ellos, estoy segura, son ellos agradeciéndome por las manzanas.” Los murmullitos cesan. “Ya está” pienso.

You can’t guess the feeling, the unbelievable weird feeling I have when I find the basket is empty. I remain silent, I don’t move. “I’m not gonna be rational” I think. And no sooner this thought settles within me, murmurs, tender murmurs can be heard. The gnomes are all around the park, behind every pine, beech, and oak. “It’s them, I’m sure, it’s them thanking me for the apples” Murmurs cease. “It’s over” I think. 

Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, Córdoba, Argentina
La felicidad me dura intacta hasta la noche, y aún más allá. Mientras el micro se aleja del Valle de Calamuchita, siento que conocer a los duendes de Villa General Belgrano es lo más increíble que me pasó en años.

Happiness lasts untouched till night, and even beyond. While the bus goes away from the Valley of Calamuchita, I feel that meeting the goblins of Villa General Belgrano is the most incredible thing that happened to me in years.